jueves, 28 de septiembre de 2017

Meducín

Siempre he sido una persona que ama su vida aunque también soy algo disconforme, pero por sobre todo, tengo mala suerte. Mala suerte en varios aspectos pero al qué me refiero ahora es a como se dice comúnmente: “soy yeta”. Siempre me pasan cosas qué sólo me pasan a mí. Es algo realmente sorprendente. A veces le digo a mis amigos: “oye sabes qué me pasó tal cosa” y siempre contestan: “Eres tú, eso sólo te pasa a ti”. Y si, hay cosas bizarras qué sólo me pasan a mí, por ejemplo de lo qué quiero hablar hoy es de un viaje qué tuve hace poco. En vacaciones fui a Miami, cualquiera qué va a Miami va con ciertas expectativas, o sea, ES MIAMI!!! Pero claro, como no puedo dejar de ser yo ni aunque esté al fin del mundo, tenía qué pasarme algo poco común.
Resulta que estaba en la piscina del hotel con un sol increíble, el día era perfecto, pero me aburrí de la piscina entonces quise ir al mar con mis primas… Fuimos, el agua estaba maravillosa, estuvimos un rato ahí y luego nos íbamos a salir del agua para ir a almorzar, resulta qué una de mis primas no quiso salir del agua tan rápido y me pidió qué me quedara con ella a lo qué yo accedí. Comienzo a nadar hacia atrás para poder estar a una profundidad más acorde a mi estatura y siento una corriente eléctrica pasar por todo mi cuerpo, comencé a gritarle a mi tía qué me ardía el brazo, qué algo me había picado, me salgo del agua, miro mi brazo y tenía en la parte superior casi llegando al hombro, unos tentáculos marcados, eran varios, no sé cuantos en realidad pero habían varios grandes, y entre medio muchos pequeños, como latigazos en miniatura y comenzó la hinchazón. Entramos al hotel, le muestro el brazo a una persona qué trabajaba ahí y me puso vinagre, yo dije: ¿Por qué vinagre?, a lo qué él contestó qué me había picado o mordido una medusa (no sé realmente lo qué hacen), me puse histérica porque por lo qué sé son venenosas, pero finalmente no pasó a mayores y estuve todo el día con el brazo hinchadísimo y con un ardor qué era insoportable, hasta qué pasó.
Sé qué quizás no es la GRAN historia, pero yo me pregunto: ¿a cuántas personas qué se van de vacaciones les pasará esto? O sea como tanta mala suerte, conocimos mucha gente en el hotel y nadie sabía qué andaban medusas en el mar como si fueran peces. Pero en fin, me pasó y desde ahí aprendí la lección y sólo piscina.


PD: Por cierto, mi familia sabe qué soy “yeta” así qué optaron por reírse de la situación en vez de estar preocupados y mi apodo en las vacaciones fue MEDUCÍN. 

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