Últimamente estoy como
teniendo una adicción a este blog. Cuando entré en la etapa de la que hablé
hace un par de entradas atrás, comencé a cerrarme... Siempre he sido una niña
muy buena para contar mis cosas y expresarme, pero de repente, de un día para
otro eso dejó de ser así. Me ha costado mucho volver atrás y seguir siendo de
la misma forma y este blog permite que me pueda volver a expresar sin presión
alguna. Me gusta contar mis historias porque siento que a medida que las cuento
van saliendo de mi, en fin.
Ahora hablaré de una historia
que me persigue hace ya cinco años, bueno, no sé si me persigue o yo la persigo
la verdad. Es una historia de "amor" pero de amor sólo de mi parte.
No puedo dejar que termine el semestre sin hablar de ti.
Hace cinco años, entré por
primera vez a la Universidad, era un pollito descubriendo un mundo nuevo,
conociendo gente nueva, y comenzando una vida nueva. Típico de niña chica uno
mira a sus compañeros, vez si te gusta alguien, buscas amigos o amigas, o que
se yo, cada cual se integra a su manera. Lo que es yo, hablé con un par de
personas, para ser exacta con cuatro, dos mujeres y dos hombres, he hicimos un
grupo de cinco y éramos inseparables. Nadie en las tres secciones llamó mi
atención y yo simplemente fluí con mis nuevas amistades sin importarme nada
más.
Un día entraba a las 14.00 a
clases, recuerdo perfectamente este día como si fuera ayer, en fin. Retomemos,
entraba a las 14.00 y estaba absolutamente atrasada, tenía clases de 14.00 a
16.10.
Mis compañeros me hablaban y
hablaban por whatsaap preguntándome en que parte estaba, cuanto me faltaba para
llegar porque ya había empezado la clase. Corrí para poder llegar pero de todas
formas llegué a las 15.30, recuerdo la hora porque la miré antes de entrar a la
sala, quedaban solamente 40 minutos para salir de dos horas de clases. Antes de
entrar, le escribí a mis compañeros si realmente podía entrar, porque quedaba
realmente poco para terminar la clase y tenía clases por primera vez con ese
profesor, entonces no sabía cómo podía reaccionar, si me dejaría entrar a clases
o no. Ellos dijeron que me quedara tranquila, que no era profesor, era
ayudante, y además era un estudiante de la misma carrera de tercer año y que
era "super buena onda". Entonces con confianza, entré como si nada,
lo vi, él me miró y sin decirle nada fui a sentarme con mis compañeros para
continuar con un trabajo en grupo. Lo terminamos y yo patudamente le pregunté
su nombre, Nicolás respondió el.
- oye Nico ¿me pasas la lista
"porfa" para poder anotarme?
- Si claro, pasándome una hoja
de cuaderno con los nombres de todos.
- oye sorry, llegué atrasada
en todo caso, ¿no te molesta que me anote?.
- Si me di cuenta que llegaste
tarde, pero no tranqui, anotate no más.
Luego de que se fue, me di
cuenta de lo "barsa" que había sido, pero lo encontré tan amoroso,
nada más, simplemente amoroso.
Con el paso de las semanas
llegaba a su clase con gusto, lo observaba y cada vez que lo observaba me
cautivaban sus ojos pardos y su piel morena. A la vez, me encandilé con su
inteligencia, su manera de dirigir la clase, su forma de explicar y de
expresarse. Me gustaba, si, me di cuenta que ese ayudante me producía las
típicas mariposas en el estómago de cuando alguien te gusta.
Con el tiempo hablábamos a
veces, él era amable, y todo lo que quería para mí, pero simplemente lo veía
como un amor platónico. En ocasiones se preocupaba por mí, si estaba enferma me
preguntaba cómo me sentía y dejaba que me fuera antes de clases.
Al paso de las semanas supe
que tuvo algo con una de mis amigas de la Universidad, fue más o menos
dramático todo lo que paso en ese tiempo con ella, pero de eso hablaré en la
próxima entrada.
En fin, el punto es que
comenzó a actuar raro cuando se enteró que yo supe lo que había pasado entre mi
"amiga" y él. Dejó de hablarme, de saludarme y comenzó a ser una
persona totalmente antipática, hasta que un día lo enfrenté. Siempre sentí
vergüenza de todo, de enfrentar a la gente y todo ese tipo de cosas, porque soy
una persona cero conflictiva, me cargan los problemas, es más, los evito. Pero
a él necesitaba preguntarle qué pasaba. Un día me crucé con él y ambos
estábamos solos así que fue el momento perfecto para preguntarle. Él me dijo
que estaba loca, que no había ningún tipo de problema y así fue como volvió a
ser el mismo de siempre. Con el paso de los semestres cada vez que tomaba un
ramo del área en la que él trabajaba, me tocaba como ayudante. y cada vez lo
fui idealizando más. No sé si fue por crecimiento pero él empezó a cambiar, a
ser distinto en sus clases, a ser más distante con todos, pero aún así para mí
era único. Siempre sentí que yo le provocaba algo, no sé si le gustaba, quizás
lo intimidaba o quizás pensaba que estaba loca, pero algo le pasaba conmigo.
Soy una persona muy observadora, y muchas veces me di cuenta que me hablaba con
nerviosismo a diferencia de los demás, habían miradas que se cruzaban que me
dejaban pensando...
Han pasado cinco años desde
ese día y aún siento como si fuera el primero, aún me gusta, aún me provoca lo
que me provocó el primer día, pero nunca sabré que provoqué yo en él, nunca
tuve la oportunidad de saber que le generaba realmente, si fui una alumna más o
si bien algo existía de parte de él hacía mi. Nunca tuvimos algo, pienso a
veces que si a él le hubiese gustado lo hubiera intentado, pero otras
veces lo cuestiono. No sé cómo terminará esto, pero dudo que tenga un final muy
luego, ya que después de cinco años probablemente me tome más tiempo aún el
poder olvidarlo, creo que principalmente es por la incertidumbre, porque si
tuviese algo claro, quizás ya lo hubiese dejado ir.
A lo mejor estoy loca, quizás
esta historia la he creado sola en mi cabeza y nada pasó como yo creo que pasó,
y sea yo simplemente dándole vueltas a todo el asunto y él ni me recuerde, no
lo sé. De todas formas, de no ser así y que realmente existiese algo, creo en
el destino, quizás si no fue en ese entonces, puede ser ahora, o quizás en el
futuro, quizás existe alguna razón por la cual aún no lo olvido, espero que sea
porque nuestros caminos algún día se vuelvan a cruzar.